Título original: The Social Dilemma. Año: 2020. Género: Documental. País: USA. Dirección: Jeff Orlowski. Guion: Davis Coombe, Vickie Curtis, Jeff Orlowski. Elenco: Catalina Garayoa, Barbara Gehring, Skyler Gisondo, Chris Grundy. Duración: 1 hora 33 minutos.

Al parecer, no ha sido suficiente que en este año 2020 todos los países estén enfrentando una pandemia global que ha mermado la actividad económica y prácticamente limitado las relaciones sociales en espacios públicos y hasta privados, para que llegue un documental que alerte de los peligros del uso de las redes sociales.

Esto podría inferir que no existe nada confiable en este mundo. Precisamente esto es lo que hurga el documental The Social Dilemmade Jeff Orlowski, cineasta norteamericano quien ha sido ganador de premios Emmy por los documentales “Chasing Ice” (2012) y “Chasing Coral” (2017). Orlowski explora, a través de los expertos en la materia que inclusive han sido los desarrolladores de muchas de las plataformas de comunicación, ese mundo donde más de 3 mil millones de personas, aproximadamente el 42 por ciento de la población mundial, se encuentra conectada y a merced, según muchos expertos, de las manipulaciones que en este espacio cibernético se evidencian.

Esta nueva forma de capitalismo va creando un estado de vigilancia donde el problema no reside tanto en las técnicas de vigilancia sino en el uso que se da a la información obtenida: el enorme valor económico de los datos personales que conlleva al gran interés por obtener información, violentando a menudo el derecho del ciudadano a la vida privada.

Y es aquí donde las redes sociales cumplen una función importante pues ocultan todo ese engranaje de la poderosa inteligencia artificial que tiene, como muchos críticos afirman, la tarea de destruir las normas sociales impuestas.

El documental habla por sí mismo a través de la calidad de los entrevistados como Tim Kendall, exdirector de monetización de Facebook; Jeff Seibert, exjefe de producto de consumo de Twitter; o Justin Rosenstein, coinventor de las páginas de Facebook.

Ellos ofrecen una visión del estado de las cosas admitiendo, como mea culpa, que no habían diseñado los algoritmos para ese uso manipulador que se le están dando en las distintas plataformas. No obstante, deja poco espacio para otras interpretaciones, quizás, del lado positivo de las redes.

Entre lo instructivo y pedagógico, el documental mezcla la narrativa verbal con la dramatizada para agilizar ciertos componentes de atención, pues los datos que se ofrecen, que hacen referencia a procesos informáticos complejos, son aterrizados al entendimiento de las personas comunes a través de una explicación narrativa tomando como ejemplo la dinámica de una familia promedio con respecto al uso de los dispositivos, de las aplicaciones y el tiempo de conexión con las redes sociales.

De esta manera el documental de Orlowski, que se ha convertido en el más visto de Netflix, es una bandera de alerta, una toma de conciencia de que la sociedad está caminando por una ruta tan autodestructiva que poco se podrá hacer para revertir su efecto.