En el contexto de la preparación y realización de las pasadas elecciones municipales, congresuales y presidenciales, durante los años 2019 y 2020, Participación Ciudadana (PC) presentó cuatro informes. En julio del 2019 se inició la observación electoral con un primer informe sobre el contexto del país. El segundo informe fue publicado después de las primarias de octubre. El tercero, correspondiente a las municipales, fue poco conocido debido a las incidencias de la pandemia. El cuarto informe se concentra en el período posterior al 15 de marzo, las elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio y sus resultados. También incluye las conclusiones y recomendaciones sobre todo el proceso.

En el cuarto informe PC presenta las conclusiones y enseñanzas del proceso electoral 2019-2020 que se pueden resumir en las siguientes:

1.- Las nuevas leyes de régimen electoral (15-19) y de partidos políticos (33-18), fueron cumplidas en una parte de los aspectos organizativos, pero fueron violadas y claramente no cumplieron su cometido en aquellos aspectos sustantivos de la cultura político electoral que se quisieron modificar con dichas leyes.

2.- Una vez más, tal como se ha producido en toda la historia del país, los afanes continuistas del partido y el presidente en el poder incidieron de manera negativa en la práctica política, primero creando un ambiente de incertidumbre y desconfianza y segundo violando todos los controles al abuso del poder del Estado que se quisieron establecer en las nuevas leyes.

3.- la Junta Central Electoral, organismo responsable de las elecciones, no ejerció el poder que le otorgan la Constitución y las leyes para cambiar los aspectos sustantivos que han afectado a las elecciones en el país.

4.- Los delitos electorales siguen cubiertos por el manto de la impunidad.

5.- El dinero sigue ocupando un rol demasiado avasallante en las campañas electorales y en la actividad política.

6.- La compra de conciencia sigue siendo una mancha en la democracia dominicana.

7.- Un aspecto positivo a destacar es el triunfo en esta ocasión de algunas opciones de mayor calidad, tanto a nivel local como nacional.

8.- La eliminación del arrastre de votos a favor de los candidatos a senadores por fin fue eliminada.

9.- La equidad de género en las propuestas de candidaturas se cumplió, pero las mujeres siguen en absoluta desventaja para alcanzar posiciones electivas, así como en la dirección de los partidos y del gobierno.

10.- En este proceso electoral se destaca de manera muy especial el trabajo realizado por el Tribunal Superior Electoral, organismo que se constituyó en un ejemplo de que en este país se puede actuar apegado a las leyes, con eficiencia y diligencia.

11.- El voto de los dominicanos y dominicanas en el exterior sigue quedando en la cola del interés de las autoridades electorales, más allá de las particularidades que presentó la pandemia.

12. El voto automático no pasó la prueba y se convirtió en un elemento de conflicto, desconfianza y fracaso, a lo que se agregó una pérdida económica estimada en más de mil quinientos millones de pesos.

13.- Las circunstancias tan adversas en que fueron realizadas las elecciones del 2020, en pleno auge de una pandemia mundial, propiciaron un nivel de abstención por encima del comportamiento histórico, sobre todo en las presidenciales y congresuales.

Entre las recomendaciones que hace PC están:

1.- El país tiene que abocarse a una reforma profunda de la cultura política y electoral que debe iniciar con la designación de una Junta Central Electoral que no tenga representaciones partidarias.

2.- Las leyes de partidos y de régimen electoral deben ser reformadas para adecuarlas a la Constitución y hacerlas más efectivas en el ideal nacional de una nueva cultura político electoral.

3.- Los partidos políticos y las autoridades nacionales deben implementar estrategias efectivas para hacer realidad la equidad de género.

4.- Participación Ciudadana exhorta al sector femenino a activarse en la defensa de sus derechos y encaminar propuestas e iniciativas de lucha para lograr la equidad en los próximos comicios.

5.- Las autoridades electorales deben iniciar en el corto plazo iniciativas para darle al voto en el exterior la importancia que merece esa comunidad.

6.- Para superar la cultura de impunidad en los delitos electorales, la JCE debe tomar la iniciativa de recopilar todos aquellos de los que existan pruebas y tramitar una solicitud a la procuraduría especializada en estos delitos para que proceda a su investigación y procesamiento judicial.

En conclusión, podemos afirmar que una vez más, PC, con el proceso de observación electoral y su constante vigilancia a los procesos democráticos en RD, da un aporte significativo a la construcción de una cultura ética, política y democrática de la sociedad dominicana. Ojalá que tanto las y los actores partidarios, como las organizaciones de la sociedad civil, las y los educadores y el periodismo crítico, acojamos sus observaciones y recomendaciones, por el crecimiento de la conciencia ciudadana, la equidad social y la creación de una vida digna para todas y todos.