Río de Janeiro, Brasil.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quiere dar vida a un partido político a punta de personas fallecidas y electores inexistentes, irregularidades por las que la Justicia solo ha avalado el 3,2 % de las firmas que ha recolectado para legalizar la formación.

De las 492.000 firmas de electores que se requieren para que el partido Alianza por Brasil sea realidad, hasta el momento solo han sido aceptadas cerca de 16.000, mientras que más de 25.000 fueron rechazadas por registrar anormalidades, según confirmó a Efe este lunes la Justicia Electoral.

La creación del partido Alianza por Brasil fue anunciada por el líder ultraderechista en noviembre del año pasado, cuando se desvinculó del Partido Social Liberal (PSL), que lo llevó al poder en las elecciones de 2018, tras divergencias en el seno de la formación.

La intención de Bolsonaro es agrupar en esta nueva formación a los diferentes electores y grupos partidarios que apoyan su gestión.

Para ser formalizada como partido, la Alianza debe obtener apoyo, mediante firma comprobada, de un mínimo de 492.000 electores en al menos 9 de los 27 estados del país.

No obstante, desde el momento en que surgió como la opción para los bolsonaristas, el partido Alianza por Brasil ha acumulado una serie de irregularidades en el proceso para ser oficializado.

Según los datos suministrados a Efe por el Tribunal Superior Electoral (TSE), Alianza por Brasil ha recibido el apoyo de 139.955 firmas, de las cuales solo 15.721 fueron consideradas aptas.

Otras 25.386 fueron rechazadas por una extensa serie de anomalías -que incluye firmas de personas fallecidas, electores inexistentes, rúbricas falsas y votantes afiliados a otros partidos- y 98.873 más están aún en la fase de verificación, por lo que todavía no están siendo contabilizadas.

De acuerdo con la legislación brasileña, la validación de las firmas caduca a los dos años, lo que supondría que Alianza por Brasil tiene hasta comienzos de diciembre de 2021 para conseguir los apoyos que requiere si no quiere ir perdiendo progresivamente lo que ya ha obtenido.

De conseguir el aval de las 492.000 firmas requeridas, el partido entra a la etapa de cuestionamiento por parte de los opositores, un proceso que también suele ser largo.

Terminadas las etapas, la palabra final la tendrá el Tribunal Superior Electoral, compuesto por siete ministros.

La situación se torna compleja para la formación que quiere reunir al bolsonarismo en Brasil, pues además de la carrera que tiene contra el tiempo para cumplir con las formalidades y "nacer" oficialmente, ya está en la mira de la Justicia.

Esto se debe a dos investigaciones que se adelantan contra algunos de sus integrantes por la realización de actos y manifestaciones que la Fiscalía ha calificado como "antidemocráticos" y por la supuesta difusión de amenazas y mentiras en internet contra miembros de la Corte Suprema.

Ambas investigaciones avanzan en paralelo y una apunta hasta a algunos miembros de la cúpula del partido, como el vicepresidente, Luis Felipe Belmonte, y el jefe de propaganda, Sergio Lima, así como once parlamentarios. EFE