Una mujer en Israel muestra su certificado de vacunación

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La implementación del programa de vacunación contra covid-19 de Israel ha sido impresionante.

El programa de vacunación contra la covid-19 de Israel es reconocido como el más eficiente del mundo, con una tasa de inoculación incomparable aún en los países más desarrollados.

Pero mientras que el 28% de su población ya había sido vacunada hasta el lunes, casi cinco millones de palestinos en los territorios ocupados y en la Franja de Gaza permanecían excluidos.

Un número de legisladores demócratas en Estados Unidos se han unido a las críticas y llamados de varias organizaciones para que Israel provea a las autoridades palestinas con suficientes vacunas para proteger a su población, como obligan las convenciones internacionales con respecto a un poder ocupante.

El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, le dijo a la BBC que en cuanto al programa de vacunación su primera responsabilidad era con los ciudadanos de Israel.

Aunque reconoció que Israel tiene "interés" en vacunar a los palestinos en los territorios ocupados, no está bajo "obligación legal" de hacerlo.

Algunos críticos han tildado esa política de "apartheid" mientras que otros la han resaltado como una prueba más de la necesidad de acabar con la ocupación.

Impresionante éxito

La implementación del programa de vacunación contra covid-19 de Israel ha sido impresionante y motivo de elogios.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, recibe la vacuna de covid

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El gobierno de Israel entró en un acuerdo con Pfizer que le garantiza una enorme cantidad de vacunas.

Muchos factores han contribuido al éxito de su campaña: es un país relativamente pequeño -tanto en territorio como población-, tiene un sistema de salud nacional digitalizado y cuenta con la ayuda de su extenso ejército para distribuir y administrar la vacuna.

Israel también se ha beneficiado entre otras de un pacto con Pfizer para recibir masivas cantidades de su vacuna a cambio de compartir información sobre los efectos y reacciones de esta con la gigante farmacéutica.

Pero el 14 de enero, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), advirtió que "Israel no ha asegurado que los palestinos bajo ocupación en Cisjordania y Gaza vayan a tener acceso en el futuro cercano a las vacunas disponibles".

Israel ha incluido en su programa de vacunación a sus ciudadanos árabes y los palestinos que viven en Jerusalén Oriental, sin embargo, los otros casi cinco millones de palestinos permanecerán desprotegidos y expuestos al coronavirus, mientras que los israelíes que viven cerca o entre ellos -incluyendo los colonos en los asentamientos- sí estarán vacunados.

Una mujer palestina recibe una vacuna de covid

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Sólo los palestinos que viven en Jerusalén del Este han recibido una vacuna de covid.

"Moral y legalmente, este acceso diferencial al cuidado de salud necesario en medio de la peor crisis de salud global en un siglo es inaceptable", concluyó la agencia de derechos humanos.

No obstante, en una entrevista con el programa de Andrew Marr de la BBC, el ministro Edelstein señaló que los Acuerdos de Oslo "dicen claramente que los palestinos deben encargarse de su propia salud".

"No estamos legalmente obligados"

Este argumento apunta a que un componente clave de los Acuerdos de Oslo -unos principios de paz firmados entre israelíes y palestinos en 1993 que actualmente están suspendidos- determina que la Autoridad Palestina asumiría la responsabilidad del cuidado de salud de su pueblo, incluyendo la vacunación.

Según la ACNUDH, la pandemia ha causado estragos en los territorios ocupados en meses recientes y puesto mayor presión sobre el ya resquebrajado sistema de salud palestino, mientras que Gaza atraviesa un lamentable deterioro sanitario tras 13 años de bloqueo.

Un mural en Gaza advierte sobre el coronavirus

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La Franja de Gaza atraviesa un lamentable deterioro sanitario tras 13 años de bloqueo.

La ONU llamó la atención a Israel a cumplir con el Artículo 56 de la Cuarta Convención de Ginebra que exige que un poder ocupante debe "hasta el máximo alcance de sus medios" mantener los servicios de salud en los territorios ocupados y aplicar "las medidas profilácticas y preventivas necesarias para combatir la propagación de enfermedades contagiosas y epidemias".

Pero el ministro Edelstein defendió su postura diciendo a la BBC que, "Si es responsabilidad del Ministerio de Salud israelí encargarse del cuidado de los palestinos, ¿cuál es exactamente la responsabilidad del ministro de Salud palestino, cuidar a los delfines en el Mediterráneo?".

Edelstein afirmó que "en lo que respecta la vacunación, la obligación principal de Israel es con sus ciudadanos". "Ellos pagan impuestos para eso, ¿o no?".

No obstante añadió que la vacunación de los palestinos es para Israel una cuestión de interés nacional.

"No es nuestra obligación legal, sino es nuestro interés, asegurarnos de que los palestinos tengan la vacuna, para que no tengamos la propagación de covid-19".

Crítica de representantes demócratas

Según las últimas cifras oficiales, Israel no ha logrado bajar la tasa de infecciones ni hospitalizaciones, a pesar de su intenso programa de vacunación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 160.000 palestinos en los territorios ocupados han dado positivo en pruebas de coronavirus desde marzo de 2020, con más 1.700 muertes relacionadas con la covid-19.

Además, las infecciones y fallecimientos han ido en fuerte incremento en las semanas recientes.

El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein

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El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein declaró que hay "interés" en vacunar a los palestinos, pero no obligación.

Expertos de la ONU dicen que la Autoridad Palestina ordenó por su cuenta vacunas, pero estas podrían tardar muchas semanas en llegar a Cisjordania y la Franja de Gaza.

Varias organizaciones humanitarias, incluyendo Human Rights Watch y Amnistía Internacional han exhortado a Israel a extender su programa de vacunación a la población palestina en los territorios ocupados.

La OMS advirtió de un "apartheid" de vacunación debido a la desigual distribución de la inoculación entre los países ricos y los países pobres.

Varios legisladores en Estados Unidos se han unido a la condena de Israel por la exclusión sanitaria. La representante demócrata ante la Cámara Baja Rashida Tlaib, que es de origen palestino, acusó directamente al gobierno israelí de seguir políticas de apartheid.

El también representante demócrata Jamaal Bowman, declaró que "esta crueldad es otro recuerdo de por qué la ocupación debe terminar".

Entretanto, la recién electa representante Maire Newman escribió en Twitter en tono más moderado que "el virus no discrimina entre nacionalidad, fronteras ni religión" y que el gobierno de Israel "tiene la obligación moral y humanitaria que tanto israelíes y palestinos tengan acceso a las vacunas".


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