SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Por lo valioso del aporte, Acento.com.do brinda a los lectores una serie especial de tres entregas sobre el debate en relación con la vacuna contra la pandemia de Covid-19.

El autor es el reputado médico dominicano Dr. Eduardo Ogando, académico del Springfield College, con asiento en Canadá. También ha sido catedrático en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Parte II

Eficacia, efectividad, cobertura, número de dosis, nivel de protección conferido, duración de la protección, nivel de impacto, riesgos, complicaciones y secuelas, limitaciones técnicas, problemas distribución, conservación y cadena de frío.

Arriba podemos ver los temas que estamos desarrollando en este artículo; en la entrega 1/3 habíamos expuesto Eficacia, Efectividad, Cobertura, Número de dosis, Nivel de Protección y Duración de la Protección. Esta entrega 2/3, la dedicamos al tema del Impacto de una vacuna en el control del contagio.

7.-El Nivel de Impacto de la vacuna se refiere a la proporción de disminución de la enfermedad, secuelas o muerte en la población, resultante de la bondad de la vacuna. Dado que a la fecha carecemos de los valores de los tres primeros indicadores, no es posible  determinar con cierto índice de confianza el nivel de impacto que las vacunas contra el Sars-Cov-2 tendrían, pero podemos hacer una aproximación teórica.

Si la vacuna tuviese una Eficacia de 60%, ya vimos que la Efectividad sería 54%; ese valor debemos multiplicarlo por el índice de Cobertura, que siendo muy optimista rondaría el 75%:  Multiplicamos 0.54X0.75=40.5%, que sería el valor predictivo de impacto, vamos a redondear a 41 para facilitar el cálculo.

Ese escenario indicaría que al vacunar a 100 personas, sólo 41 de ellas evitarían contagiarse por efecto de la vacuna, mientras que 59 de los sujetos vacunados mantendrían intacto el riesgo de contagiarse no obstante haber sido vacunados.

Ahora habría que determinar el índice de contagios de la epidemia; es relativamente fácil por la vía de la medición de la seropositividad (pruebas rápidas), lo hemos estado sugiriendo desde el mes de mayo; se hizo una vez en el país y arrojó un índice de 8%.

A criterio de experto, a esta altura del juego, pienso que el índice de contagios por el nuevo coronavirus en la Rep.Dom. podría rondar el 10%, es decir, habría 1,000,000 de dominicanos que ya habrían sido contagiados.

Asumimos que la población dominicana fuese de 10,000,000 (número redondo para facilitar la comprensión.)

Dividiremos el número contagios por los seis meses de duración de la pandemia (desde el 1 de marzo al 30 de agosto). No tenemos el dato del cociente de incremento mensual del contagio, pero vamos a dividir el millón de contagiados entre 6 meses:  se habrían infectado 166,666 personas por mes.

Existen modelos matemáticos predictivos de impacto cuando se tienen todos los datos; es muy técnico y largo para la comprensión del lector, pero usaremos un atajo para conseguir un número aproximado.

Una vacuna anti Covid-19 con una Efectividad de 0.54; una media estimada de 166,666 contagios por mes en una población de 10,000,000; vamos a redondear el número de contagios a 167,000 para salir de la bestia.

Contagios por mes=167,000. Eficacia=0.60, Efectividad=0.54, Cobertura=0.75

Valor predictivo de impacto=0.54X0.75=0.405; 0.405X67000=27135 contagios/mes.

Hipótesis 1: Si el número de sujetos contagiados por el Sars-Cov-2 en la Rep. Dom. incrementó en  67,000 sujetos por mes durante el período 1 de marzo al 30 de agosto del 2020, ese número de se habría reducido a 27,000 contagios por mes de haberse dispuesto de una vacuna en el mes de marzo (momentos en que la tasa de contagio habría sido entre cero y uno (0-1). Es decir, una reducción de 60% de los contagios.

Hipótesis 2: Al disponer de una vacuna a partir del mes de septiembre cuando la tasa de contagios era 10%, el número de contagios podría caer en 27,000/mes si esa tasa de contagios permaneciere estática, quedando sólo en 40,000 contagios por mes, una reducción de 40%.

Como puede verse, en la predicción del impacto de una vacuna, la variable Indice de Contagios juega un rol importante, cosa que justifica la prontitud con que ellas deben fabricarse, pero a la vez, la prontitud con que deben fabricarse pone en juego la efectividad, la eficacia, los riesgos, y la seguridad, que constituye un problema mucho mayor.

El lector podrá notar que una el impacto de una vacuna en el control de una enfermedad no funciona como la palanca de freno de un auto de trasmisión automática viajando a 160 km/h, que usted logra detener en 10 segundos. Una vacuna funcionaría como un auto estándar, que a esa misma velocidad pierde los frenos, el conductor suelta el acelerador y comienza a maniobrar con la palanca de cambios para disminuir la velocidad, pero se detendrá en función de la pendiente de la carretera en que viaja.

La idea de volver a la normalidad por medio de una vacuna es mercadológica; la epidemia será controlada más temprano que tarde, una vacuna si fuese exitosa ayudaría muchísimo a largo plazo, pero ese aspecto todavía alberga muchas dudas, pues no hay precedes similares.

En ningún caso puedo pronosticar que las vacunas no servirán, si la ciencia toma el tiempo necesario encontrará la manera, pero si esa manera apareciera en dos años ya la población no necesitaría la vacuna, punto que explicaré en la próxima entrega.

Gracias a este periódico por publicarme, gracias a usted por leerme. Use mascarilla todo el tiempo.