Existe una frase controversial que muchos se la atribuyen a Lenin y otros al ideólogo de la propaganda  nazi Goebbels: Repite una mentira con frecuencia y se convertirá en verdad. James Bovard tiene una  versión más apropiada que apunta en la misma dirección: Una mentira aceptada por un número suficiente  de […] ignorantes se convierte en una verdad política. Pero ninguna de esas frases es comparable a la que  encierra la sabiduría ancestral de la prodigiosa mente de Siddhartha Gautama (Buda): Tres cosas no se  pueden esconder por mucho tiempo: la luna, el sol y la verdad.

Esas tres frases son tan ciertas, como falsas son las mentiras que se han difundido sobre el aborto por  parte de youtubers reciclados, religiosos y políticos de la nueva extrema derecha. De todas las mentiras  repetidas con frecuencia la más vergonzosa es quizás la que argumenta que la despenalización de las 3  causales traería como consecuencia un incremento de los abortos.

En la tradición del deporte preferido por los dominicanos -el béisbol- para saber a ciencia cierta, si un  jugador es realmente eficiente en su desempeño, se hace uso de sus estadísticas. Es tanto así que el  estudio de las estadísticas en el béisbol tiene un nombre específico: sabermetría. Si las estadísticas son el  reflejo científico tabulado de la recopilación, organización, análisis, interpretación y presentación de datos  para develar la verdad, entonces, ¿qué nos dicen estas sobre el aborto?

El aborto inseguro es una de las principales causas de muertes maternas en el mundo, representando el  14.5% de todas las muertes maternas, lo más asombroso de esto es que la mayoría de estas muertes  ocurren en países que tienen leyes restrictivas para el aborto, similares a las de la República Dominicana.

Las evidencias sobre lo anterior son definitivamente abrumadoras y uno se pregunta, ¿por qué no se les  ha ocurrido a los grupos que se oponen a las 3 causales observar esas evidencias? La respuesta es simple,  no les interesa la verdad, sino hacer prevalecer e imponer su posición por encima incluso, de la ciencia.

Al hablar del aborto nos encontramos con un fenómeno en el cual hay valores en conflicto, que, si los  tomamos aisladamente, ambos son legítimos. El valor de preservar la vida de cualquier organismo, es un  valor que debemos aceptar, no deberíamos -por ejemplo- matar indiscriminadamente animales, sólo porque sea divertido, ese es un valor razonable. El valor, de que se debe respetar la vida, ha entrado en  conflicto con otro valor, que sabemos cuál es; el de que las mujeres tienen el derecho inalienable a decidir  sobre su autonomía corporal, y este valor -para mayor justicia y legitimidad- tiene implícito en si mismo  al primero, ya que son las vidas de las mujeres, muchas veces niñas, las que se pierden.

Los valores que sostenemos no son absolutos, siempre son contenciosos y entran en conflicto y la vida está  hecha de situaciones conflictivas. Vistos por separados ambos principios son válidos, pero al momento de  interactuar socialmente entran en conflicto uno con el otro. Este tipo de conflictos, entre dos valores  morales válidos sólo se pueden resolver dentro del marco de ciertos niveles de aceptación de ambos y es  por eso que las 3 causales representan el mejor nivel de aceptación de ambos valores, ya que para ser aceptadas no todos tienen que estar a favor del aborto pues cada mujer tiene el derecho de decidir si  desea llevar un embarazo a término o no, en tres circunstancias que son grotescamente inhumanas.

Por otro lado, la opción contraria – la de criminalizar el aborto en cualquier circunstancia – si viola la  autonomía corporal de las mujeres y no ofrece ninguna solución que nos permita avanzar. Sólo hay que  imaginar si la legislación fuese que el aborto fuese mandatario para todas las mujeres en sus primeras 12  semanas, eso sería cruel y absurdo. Esa es la misma lógica que intentan imponer los grupos antiabortos:  todas las mujeres están obligadas a llevar a termino sus embarazos bajo cualquier circunstancia, aunque  mueran, aunque el feto no tenga posibilidades de vivir, aunque hayan sido violadas o por incesto.  Totalmente cruel, inhumano y absurdo.

Por esto es importante poder contribuir a una mejor comprensión de que, se puede estar a favor de un  mayor acceso a los servicios del aborto seguro y al mismo tiempo no estar a favor del aborto y eso sólo es posible entenderlo viendo las evidencias donde se demuestran claramente que la criminalización del  aborto sólo aumenta la mortalidad sin disminuir la incidencia del aborto ilegal y que la despenalización  en 3 causales reduce la mortalidad materna sin aumentar las tasas de abortos.

El 14.5% de todas las muertes maternas del mundo es posible prevenirlas si las mujeres tienen acceso al  aborto legal, como ha sido demostrado por las reformas del aborto en la mayoría de países donde las  leyes han sido flexibilizadas, incluidos Chile, España, Guyana, Nepal, Rumania, Sudáfrica, Portugal, Israel,  Cuba y muchos otros.

Toda política que despenalice el aborto en sus 3 causales, debe ir acompañada de medidas preventivas  de embarazos no deseados, difundiendo el acceso a los anticonceptivos, pero sin perder de vista que los  anticonceptivos no son efectivos en un 100% y la evidencia más palpable de esto es que según la OMS los  embarazos accidentales se estiman en 33.5 millones cada año.

Pero también es importante entender que, frente a la violencia sexual, violaciones e incestos, muchas  mujeres quedan embarazadas sin desearlo. La estigmatización del aborto es otra evidencia del fenómeno,  sobre todo en países como el nuestro, donde el aborto está estrictamente prohibido y en otros, donde  están permitidos para salvar la vida de las mujeres, pero donde se les niega aun cuando se cumplen las  condiciones legales.

En Sudáfrica una de cada cinco mujeres que conocían el estatus legal que le daba el derecho a un aborto  seguro no buscó los servicios legales por temor al maltrato o porque los servicios de salud eran  deficientes.

En Brasil, por ejemplo, el 40% de los gineco-obstetras brasileños estuvieron dispuestos a ayudar a una  paciente que solicitara un aborto seguro, pero sólo el 2% estuvieron dispuestos a realizar el aborto ellos  mismos.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE FAVORECER EL ACCESO A LOS ABORTOS SEGUROS EN 3 CAUSALES?

Evidencia: La razón fundamental para apoyar el acceso al aborto seguro en 3 causales es que la mayoría  de las mujeres que tienen un embarazo no deseado van a tratar de hacerse un aborto,  independientemente de lo que dicte la ley y en aquellos países donde el aborto es penalizado, las mujeres  no tendrán más opción que arriesgar sus vidas haciéndose un aborto clandestino con personas no  calificadas.

Evidencia: Los abortos ilegales son inseguros y muchas veces terminan en muertes. El aborto inseguro es  una de las principales causas de mortalidad materna en países en los que el aborto está restringido o  donde, aunque esté legalmente permitido los servicios no son accesibles, ni adecuados.

Evidencia: En Europa en 1990 la mortalidad por aborto inseguros fue de 5 por 100,000 nacidos vivos y en  2008 de 1 por 100,000. En África, en 1990 la mortalidad por abortos inseguros fue de 100 por 100,000 y  en 2008 fue de 80 por 100,000.

Evidencia: En 1990 en América Latina y el Caribe la tasa de mortalidad por abortos inseguros fue de 50 y  30 por 100,000 respectivamente y en 2008 fue de 20 y 10 muertes por 100,000 nacidos vivos. Para hacer  un ejercicio reflexivo podemos asumir que, si la población de América Latina y el Caribe es actualmente  de 658,413,204 de personas y aproximadamente el 50.77% de esa población son mujeres, las cifras de  muertes por abortos inseguros es prácticamente un genocidio.

Evidencia: Cada año, más de 5 millones de mujeres son ingresadas en hospitales debido a complicaciones  causadas por situaciones de abortos inseguros. La pérdida de años productivos de vida debido a la  inseguridad del aborto, se estima en 2.1 millones por año.

Evidencia: De 1990 a 2010 la mediana de la tasa de complicaciones graves por abortos inseguros fue de  596 por 100,000 nacidos vivos. La tasa de abortos inseguros es mayor en América Latina que en África y  el riesgo de muerte como resultado de un aborto inseguro es aproximadamente 15 veces mayor para una  mujer que vive en África que para una mujer que vive en América Latina. Estas muertes son de mujeres  de los sectores sociales más desposeídos. En las clínicas privadas donde se prestan servicios a mujeres  privilegiadas, las muertes por aborto son una excepción. Las consecuencias negativas de salud de millones  de mujeres en todo el mundo son previsibles si las mujeres tienen acceso a un aborto seguro.

Evidencia: El efecto de la penalización del aborto en la mortalidad relacionada con el aborto se demostró  dramáticamente en Rumania después de la abrupta decisión de prohibir el aborto en noviembre de 1965.  La penalización del aborto fue seguida de un rápido aumento en la tasa de mortalidad relacionada con el  aborto de aproximadamente 15 por 100,000 nacidos vivos a más de 140 por 100,000 en un pocos años.  Aunque la mortalidad materna por otras causas disminuyó durante ese período, la tasa general de  mortalidad materna aumentó de aproximadamente 80 en el momento del cambio en la ley del aborto, a  170 en el pico de la mortalidad por aborto. La mortalidad disminuyó drásticamente cuando se eliminaron  las restricciones al aborto.

No existe ningún país en el mundo donde una ley de prohibición absoluta del aborto haya podido impedir  que se den los abortos ilegales.

Evidencia: En España, las leyes se liberalizaron más en 2010. En los últimos años, las tasas de aborto han  disminuido, gracias a las políticas para proveer mejor acceso a los anticonceptivos. En 2010 el número de  abortos fueron 113,031, incrementándose inicialmente en 2012 a 118,359, pero descendiendo progresiva  y significativamente a partir del 2013 a 108,690; 94,796 en 2014; 94,188 en 2015 y 93,131en 2016.

Evidencia: En Chile 1964, las altas tasas de abortos y de mortalidad materna llevó al gobierno chileno a  desarrollar un programa de planificación familiar financiado con fondos públicos. El epidemiólogo Elard  Koch demostró en un estudio, las tendencias decrecientes de las muertes maternas por aborto en contra  de la desinformación difundida de que las leyes proaborto conducen a mayor mortalidad.

Un dato muy curioso, pero muy importante, es que CADEM, una firma encuestadora chilena, que ha sido  cuestionada en diversas ocasiones, por acusaciones de que sus sondeos son inflados a favor de la derecha  – la agenda provida es una agenda de la derecha – publicó los resultados de una encuesta en enero de  2017, donde mostró que el 57% de los chilenos querían que el aborto fuese permitido en 3 causales, en  contraste a un 19% que proponía que el aborto fuera ilegal en todos los casos. El 76% estuvo a favor del  aborto si la salud de la mujer estaba en riesgo, 72% cuando el feto no tuviese probabilidad de  supervivencia y 71% cuando el embarazo fuese resultado de una violación o incesto.

Evidencia: Las tasas de aborto más bajas se observan en aquellos países donde el aborto y las leyes  permiten el acceso al aborto seguro, como en los países de Europa Occidental; por ejemplo, Holanda,  Bélgica, Alemania y Suiza, donde las tasas de aborto en 2008 oscilaron entre 7-9 por 1000 mujeres de 15  a 44 años. Países donde el aborto está muy restringido tienen tasas de aborto tres a cinco veces más altas.  Por ejemplo, Pakistán 29 por cada 1000, Filipinas 27 por cada 1000 y Kenia 46 por cada 1000 mujeres en  edad reproductiva. 

Evidencia: En 2012, Sedgh G mostró una clara asociación entre la proporción de mujeres que viven en  países con leyes liberales sobre el aborto y la tasa de abortos en las mismas regiones, que se utilizaron

como unidad de análisis, encontrando una correlación inversa significativa. Estos datos son evidencia clara  de que la criminalización del aborto con la idea de reducirlo es totalmente ineficaz.

Evidencia: Más recientemente, los estudios de muertes relacionadas con el aborto en hospitales públicos  en Sudáfrica han mostrado que el número de muertes se redujo de 425 en 1994, antes de la promulgación  de la Ley de Elección de la Interrupción del Embarazo, a un promedio de 40 por año, una reducción del 91%  después de la reforma legal.

Evidencia: Portugal tuvo una baja mortalidad relacionada al aborto, con 14 muertes como resultado del  aborto durante un período de siete años (2001-2007) antes de la liberalización de la ley del aborto,  reduciéndose a 1 sola muerte en los seis años (2008-2013) posteriores a la liberalización. Portugal tiene  una de las tasas de aborto más bajas del mundo 7.3 por 1000.

Evidencia: En algunos países hay un aumento inicial después de la despenalización, pero es imposible  determinar si se trata de un aumento real o como resultado del acoplamiento a las leyes, desde un  momento en el cual el aborto es un delito, a un proceso donde hay más registros después de que el aborto  se hace legal y no hay razón para ocultar su ocurrencia.

Evidencia: En Francia e Italia, la tasa de abortos por 1000 mujeres en edad reproductiva mostró una  fluctuación ascendente menor durante los dos primeros años después de la despenalización, pero cayó de  manera continua desde 1980 a 1996.

Evidencia: De acuerdo a las estadísticas recientes de la OMS, para el periodo desde 2010 a 2019 y que  fueron publicadas el 25 de septiembre de 2020: 3 de cada 10 embarazos (el 29%) terminó en aborto  inducido. 6 de 10 (el 61%) fueron embarazos no deseados, de ellos, 1 de 3 se llevaron a cabo en  condiciones muy riesgosas. El estudio de la OMS revela que 3 de 4 abortos practicados en África y América  Latina fueron realizados sin condiciones de seguridad y que un 13.2% de la mortalidad materna anual  puede atribuirse a los abortos inseguros.

Mas Evidencias de la OMS: De acuerdo con estimaciones realizadas para el periodo comprendido entre  2010 y 2014, cerca del 45% de los abortos fueron muy peligrosos y casi todos ellos ocurrieron en países  en desarrollo similares a la República Dominicana. En los países en desarrollo, hay alrededor de 7 millones  de mujeres que son hospitalizadas anualmente a consecuencia de abortos sin condiciones de seguridad.  La OMS calcula que el costo anual del tratamiento de las principales complicaciones resultantes de los abortos sin condiciones de seguridad asciende a US$ 553,000,000.00.

Mas Evidencias de la OMS: República Dominicana tiene una de las tasas de mortalidad materna más alta a nivel regional. Según un informe de 2015 del Ministerio de Salud Pública, la tasa de mortalidad materna  en República Dominicana fue de 96.8 por 100,000 nacidos vivos en 2014. Al menos el 8% de las muertes  maternas en el país son atribuidas a complicaciones de abortos espontáneos. Entre 2010 y 2015 por lo menos 96 mujeres murieron en la República Dominicana por ese tipo de practicas, aunque es posible que  esta cifra sea muchísimo mayor ya que un numero significativo de mujeres que mueren por causas relacionadas con el aborto se registran por otras causas. Según el Ministerio de Salud Pública de la  República Dominicana, se estima que cada año hay mas de 25,000 hospitalizaciones por aborto en el  sistema de salud pública, donde una gran cantidad son mujeres que necesitan atención medica después  de haber realizado un aborto clandestino.

República Dominicana, tiene una población aproximada de 2 millones de adolescentes en edades entre  10 a 19 años (19% del total). La tasa actual de fecundidad adolescente es de 96 nacimientos por 1000  mujeres en edades de 15 a 19, esta cifra es la más alta de America Latina y el Caribe, donde aproximadamente el 22% de las adolescentes de 12 a 19 años han estado embarazadas, lo que  representa el 34% más alto que el promedio de America Latina y el Caribe.

De acuerdo a las estadísticas que hemos analizado hasta ahora, podemos asegurar que científicamente, no existe una correlación de causa-efecto entre la legalización y el acceso al aborto seguro con el aumento  del mismo, pero si existe una correlación entre la penalización del aborto y el aumento de la mortalidad  materna producto de los abortos ilegales.

Un elemento interesante es que en los países donde se han flexibilizado el acceso al aborto seguro, se ha  dado una reducción en la frecuencia de embarazos no deseados que conducen al aborto como resultado  de la difusión de más información y acceso a anticonceptivos. Existe una explicación para esto y es que  allí donde el aborto es un delito y se realiza clandestinamente, los proveedores de abortos son motivados  por razones comerciales y no están interesados en reducir la repetición del aborto. Pero cuando el aborto  es legal y accesible dentro del Sistema de Salud, existe una motivación profesional para evitar la repetición  del aborto, como resultado del asesoramiento post-aborto y el acceso a anticonceptivos que reducen la  incidencia de abortos repetidos.

Al desarrollar políticas de salud para el aborto legal, seguro, accesible y al mismo tiempo proporcionar  anticonceptivos, información y servicios, se logra indefectiblemente una reducción drástica en las tasas  de aborto. En Zimbabue, por ejemplo, las mujeres que reciben asesoramiento y servicios han disminuido  los embarazos no deseados y los abortos repetidos durante un largo período de seguimiento.

Una revisión reciente de las evidencias indica que la mayoría de las mujeres inician el uso metódico de  anticonceptivos después de un aborto o de un tratamiento de las complicaciones del aborto. El objetivo  de reducir el número de abortos inducidos se logrará no criminalizando su práctica o negando la atención  cuando se solicite, dentro de los límites de la ley, como es el caso actualmente en muchos países. El aborto  inducido se reducirá a través de su despenalización, con más educación y el acceso a métodos  anticonceptivos eficaces.

La criminalización del aborto sólo causa sufrimiento y muertes, particularmente en los sectores menos  privilegiados, que son precisamente el grupo de mujeres a las cuales el servicio de salud pública tiene el  deber de proteger con toda su capacidad y eficiencia.

Legalizar la interrupción voluntaria y segura del embarazo con buenos niveles de salud ampliamente  disponibles es, paradójicamente, el medio más efectivo para reducir el número de los abortos.

Las estadísticas y citas referidas en este artículo fueron obtenidas de las siguientes fuentes: (1) Department of Global Health and Population,  Harvard University T.H. Chan School of Public Health, Boston, MA, USA. (2) Chomsky’s Philosophy, Noam Chomsky, Values, Abortion and  Preserving Life. (3) Journal of Gynecology and Obstetrics. (4) Department of Obstetrics and Gynecology of the State University of Campinas,  São Paulo, Brasil. (5) Center for Research in Reproductive Health, Campinas, São Paulo, Brasil. (6) FIGO for the Ethical Aspects of Human  Reproduction and Women’s Health. (7) World Health Organization. Safe abortion: technical and policy guidance for health systems. 2nd ed.  Geneva: WHO; 2012. (8) Sedgh G, Singh S, Henshaw SK, Bankole A. Legal abortion around the world in 2008: recent levels and trends. Int  Perspect Sex Reprod Health 2011. 2010 – Global Maternal, Newborn, and Child Health — So Near and Yet So Far Zulfiqar A. Bhutta, M.B.,  B.S., Ph.D., and Robert E. Black, M.D. Pan American Health Organization (PAHO)- World Health Organization (WHO) Closing the gap in  adolescent pregnancy in the Dominican Republic – 2017.

Más información en:

Organización Mundial de la Salud